Diversidad familiar y ajuste psicosocial en la sociedad actual
Claudia Patricia Arévalo Corrales
Diversidad familiar y ajuste psicosocial en la sociedad actual
Aunque la preocupación por el estudio de la familia es, sin duda,
anterior al siglo XX, es a comienzos de este siglo, y en particular durante las
décadas de los años 20 y 30 cuando comienzan a proliferar las publicaciones
centradas en el estudio de la familia como objeto de análisis. Algunas de las
aportaciones científicas clásicas que promovieron el acercamiento al estudio de
la familia son, por ejemplo, las publicaciones de Burgess (1926) con su libro
The family as a unity of interacting personalities, Cottrell (1933) con el
artículo Roles and marital adjustment, Frazier (1939) con The negro family in
United States y Zimmerman y Frampton (1935) con el libro titulado Family and
society: A study of the sociology of reconstruction. Estos investigadores comenzaron
a examinar el sistema familiar como una institución con valores, conductas,
relaciones y sentimientos particulares, con la convicción de que la
investigación científica podría aportar información práctica relevante para el
mejor ajuste psicosocial de los integrantes de la unidad familiar. Desde
entonces y a lo largo de los siglos XX y XXI, el estudio de la familia y de las
relaciones de parentesco han sido temas frecuentemente considerados en Ciencias
Sociales como la Psicología, la Sociología, la Historia y la Antropología
(Bestard-Camps, 1991). Cada una de estas disciplinas se ha centrado en
describir, examinar y comprender diferentes aspectos de la familia, pero todas
ellas han llegado a la conclusión general común de la gran dificultad para
definir lo que la familia representa, admitiendo que la misma, lejos de ser
universal, está fuertemente arraigada al momento espacio-temporal en el que se
analiza. En otras palabras, un acercamiento conceptual exhaustivo al término
familia requiere de la adopción de una perspectiva histórica y cultural amplia
(Coontz, 2000). La familia no ha significado lo mismo en la edad antigua, en la
edad media o en la edad moderna, como tampoco lo hace en la actualidad en
distintas sociedades. Lo que entendemos por familia es, por tanto, una idea
elaborada a partir de significados compartidos por las personas que conviven en
un mismo momento histórico y cultural (Musitu, Estévez y Jiménez, 2010). Así,
por ejemplo, la elección libre y voluntaria del cónyuge, o la pasión amorosa en
la unión formal entre dos personas, son características que asociamos a la
familia de hoy en día, aunque son de carácter muy reciente y ni siquiera
actualmente están presentes en todas las sociedades (Alberdi, 1999).
Diversidad actual de
formas familiares
Tipolología familiar actual
Familias nucleares: Están compuestas por los
dos cónyuges unidos en matrimonio y sus hijos. − Familias nucleares simples:
Formadas por una pareja sin hijos.
Familias en cohabitación: Convivencia de una
pareja unida por lazos afectivos, pero sin el vínculo legal del matrimonio. En
algunas ocasiones, este modelo de convivencia se plantea como una etapa de
transición previa al matrimonio; en otras, las parejas eligen esta opción para
su unión permanente.
− Hogares unipersonales:
Formados por una sola persona, mujer o varón, ya sea joven (normalmente
solteros), adulta (generalmente separados o divorciados), o anciana
(frecuentemente viudos).
− Familias
monoparentales: Están constituidas por una madre o un padre que no vive en
pareja y vive al menos con un hijo menor de dieciocho años. Puede convivir o no
con otras personas (abuelos, hermanos, amigos...). La mayor parte de estas
familias están encabezadas por mujeres
. − Familias
reconstituidas: Se trata de la unión familiar que, después de una separación,
divorcio o muerte del cónyuge, se rehace con el padre o la madre que tiene a su
cargo los hijos y el nuevo cónyuge (y sus hijos si los hubiere).
− Familias con hijos adoptivos: Son familias,
con hijos naturales o sin ellos, que han adoptado uno o más hijos.
− Familias homoparentales: Están constituidas
por parejas del mismo sexo: dos hombres o dos mujeres. Desde 2005 la ley
permite en España que se constituyan también en matrimonio legal. La pareja
puede vivir sola, con hijos propios o adoptados, o concebidos a partir de
métodos de fecundación artificial o a través de vías alternativas a las de la
procreación en el marco de una pareja convencional.
− Familias polinucleares:
Padres o madres de familia que deben atender económicamente, además de su
actual hogar, algún hogar monoparental dejado tras el divorcio o la separación,
o a hijos tenidos fuera del matrimonio.
− Familias extensas: Son
las familias que abarcan tres o más generaciones y están formadas por los
abuelos, los tíos y los primos. Subsisten especialmente en ámbitos rurales,
aunque van perdiendo progresivamente relevancia social en los contextos
urbanos.
− Familias extensas
amplias o familias compuestas: Están integradas por una pareja o uno de los
miembros de ésta, con uno o más hijos, y por otros miembros parientes y no
parientes.
En casi la totalidad de
las nuevas tipologías familiares (monoparentales, reconstituidas y adoptivas)
los problemas de adaptación suelen aparecer en los primeros meses de
constitución de la familia, superándose posteriormente y presentando a partir
de ese momento un ajuste social y emocional similar al de las familias
nucleares. Así, más que la estructura familiar per se, habría que ahondar en
las variables sociodemográficas e interactivas asociadas a cada tipología familiar,
y que conforman la calidad del contexto familiar en particular (Arranz y Oliva,
2010; Arranz, Oliva, Olabarrieta y Antolín, 2010). Siguiendo esta
argumentación, lo más significativo no son las nuevas formas de familia, sino
el hecho de que en su interior se movilizan unos recursos que cumplen unas
determinadas funciones que son indispensables para el bienestar psicosocial de
los seres humanos.
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